EN OAXACA, LA LUCHA ES POR TODOS NOSOTROS
Por Jaime Ornelas Delgado. La Jornada.
La bárbara agresión en contra del pueblo de Oaxaca por parte de la Policía Federal Preventiva (PFP), nos pone frente a la realidad nacional caracterizada por la injusta prosperidad de unos cuantos –que ahora entusiasmados aplauden la toma militar de la ciudad de Oaxaca– y la falsa actitud democrática de un gobierno que nos ha obsequiado escenas que no le piden nada a las que se han podido ver en Bagdad. Ahora el gobierno de Vicente Fox, al más puro estilo de George Bush, nos quiere hacer creer que la milicia es portadora de la paz social, nada más cínico y mentiroso.
La represión a los habitantes de Oaxaca rompió el mito del país donde todo está tranquilo y mostró la otra cara del México que Fox y sus colaboradores cómplices no quieren ver ni oír, el rostro de una ciudadanía encolerizada que perdió el miedo y está dispuesta a luchar hasta triunfar por lo que sabe justo. La represión policiaca a los oaxaqueños, que es una agresión contra todos nosotros, se fijará en la conciencia nacional para siempre como otro acto el poder irracional que tuvo la virtud de permitir conocer la existencia de amplios sectores de la sociedad en desacuerdo con el sistema político y abrió una profunda grieta entre la población y el gobierno.
En cuanto a la derecha, “hace mucho que la burguesía mexicana no tiene, sólo intereses”, dijo alguna vez de ella Octavio Paz, y así ha actuado mostrando su verdadera faz antidemocrática, proclive al uso de la fuerza represiva y que no ve a una sociedad enhiesta que ha pagado con la vida de varios ciudadanos el anhelo de ser libre y dejar de ser gobernada por un sátrapa.
Desde el principio de su lucha, los oaxaqueños agrupados en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) revelaron una notable habilidad política. Su descubrimiento de la democracia directa como el método para fortalecer continuamente su movimiento, les permitió no alejarlo de su fuente original, la colectividad; su insistencia en dar todo el poder de las decisiones a sus integrantes, cosa extraña en un país acostumbrado a la componenda tras bambalinas entre dirigentes y funcionarios gubernamentales, mostró no sólo madurez, sino también de sabiduría política. Por eso, la acción policíaca no podrá derrotar un movimiento capaz de replegarse frente a las armas y volver pacíficamente a sus posiciones iniciales. Un movimiento así no puede ser derrotado.
La bárbara agresión en contra del pueblo de Oaxaca por parte de la Policía Federal Preventiva (PFP), nos pone frente a la realidad nacional caracterizada por la injusta prosperidad de unos cuantos –que ahora entusiasmados aplauden la toma militar de la ciudad de Oaxaca– y la falsa actitud democrática de un gobierno que nos ha obsequiado escenas que no le piden nada a las que se han podido ver en Bagdad. Ahora el gobierno de Vicente Fox, al más puro estilo de George Bush, nos quiere hacer creer que la milicia es portadora de la paz social, nada más cínico y mentiroso.
La represión a los habitantes de Oaxaca rompió el mito del país donde todo está tranquilo y mostró la otra cara del México que Fox y sus colaboradores cómplices no quieren ver ni oír, el rostro de una ciudadanía encolerizada que perdió el miedo y está dispuesta a luchar hasta triunfar por lo que sabe justo. La represión policiaca a los oaxaqueños, que es una agresión contra todos nosotros, se fijará en la conciencia nacional para siempre como otro acto el poder irracional que tuvo la virtud de permitir conocer la existencia de amplios sectores de la sociedad en desacuerdo con el sistema político y abrió una profunda grieta entre la población y el gobierno.
En cuanto a la derecha, “hace mucho que la burguesía mexicana no tiene, sólo intereses”, dijo alguna vez de ella Octavio Paz, y así ha actuado mostrando su verdadera faz antidemocrática, proclive al uso de la fuerza represiva y que no ve a una sociedad enhiesta que ha pagado con la vida de varios ciudadanos el anhelo de ser libre y dejar de ser gobernada por un sátrapa.
Desde el principio de su lucha, los oaxaqueños agrupados en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) revelaron una notable habilidad política. Su descubrimiento de la democracia directa como el método para fortalecer continuamente su movimiento, les permitió no alejarlo de su fuente original, la colectividad; su insistencia en dar todo el poder de las decisiones a sus integrantes, cosa extraña en un país acostumbrado a la componenda tras bambalinas entre dirigentes y funcionarios gubernamentales, mostró no sólo madurez, sino también de sabiduría política. Por eso, la acción policíaca no podrá derrotar un movimiento capaz de replegarse frente a las armas y volver pacíficamente a sus posiciones iniciales. Un movimiento así no puede ser derrotado.
Jaime Ornelas Delgado
Fotos: Punto y Aparte/Oaxaca
2 comentarios
Dinosaurio -
Adelante.
Effenberger -
Subject: 10:30am hoy en Oaxaca
10:30 AM
La sociedad resiste la toma de la Universidad Benito Juárez de Oaxaca.
Se fortalecen las barricadas, para evitar que el "e j é r c i t o" tome las instalaciones.
Hay disparos desde el lado de las fuerzas priístas que rodean las instalaciones, y hay disparos hacia la gente que se dirige desde sus casas a apoyar la resistencia de la toma de radio universidad en la ciudad universitaria.
El movimiento ha repuesto las cuerdas de las campanas de la iglesia, que los sacerdotes habían retirado, para poder seguir emitiendo avisos.
El rector de la universidad Francisco Martines Neri está integrado a las barricadas de defensa, y ha pedido a través de la radio universitaria -- http://stream.r23.cc:2323/, y buscar la liga en: Mount Point : (/kehuelga.mp3) :,y entrar a la liga:
"Click to Listen" --que la fuerza foxista-priísta-panista-calderonista deje de acosar la universidad, y retire su intento de tomar la radio universitaria. Honor a las autoridades dignas de la sociedad.
En Cinco señores la PFP ha detenido a tres menores de edad.
La fuerza de ocupación se está desplazando, está actuando en este mismo momento buscando entrar a las instalaciones.
Muchas caravanas se dirigen a reforzar los contingentes.
Fuera Ulises Ruíz de Oaxaca.
Basta la ocupación de la ciudad de Oaxaca y el asedio a la sociedad oaxaqueña.