FALTAN O SOBRAN EN EL CENSO 5.803.105 CIUDADANOS MEXICANOS EN EDAD DE VOTAR
Sigamos hablando de México: duele, pero no hay más remedio, porque en estos momentos es el laboratorio donde se está probando el tratamiento que se va a utilizar con el resto de América Latina. La guerra sucia no es un episodio negro de la historia del Cono Sur que forme parte del pasado, se ha reactualizado en México sin disimulos, y con la total indiferencia de los intelectuales, ocupados hoy en dirimir otros problemas más próximos a su ombligo y su bolsillo.
Según el Banco Mundial, la pobreza en México se mantiene en niveles inaceptablemente altos , y alrededor del 53 por ciento de los 104 millones de habitantes están en un nivel de consumo por debajo de las necesidades mínimas de alimentos y de otras necesidades consideradas básicas.
-La décima parte de la población gana mas de 40 por ciento de los ingresos totales
-La décima parte de la población solo obtiene 1.1 por ciento.
-Cerca del 24 por ciento de la población es considerada "extremadamente pobre”, es decir, con un ingreso insuficiente incluso para una nutrición adecuada.
A ese 24% pertenecen los que arriesgan su vida para llegar a otro país en el habrán de sobrevivir en los trabajos más penosos, sin derechos laborales ni sociales. En el desierto y en la frontera, miles de cadáveres atestiguan las dificultades que habrán de arrostrar, nadie sabe cuántos mueren en el intento cada año. Y sin embargo:
- las divisas que provienen de sus envíos de dinero a México es superior a la inversión extranjera directa.
-Aumentaron 23.1% con respecto a 2005, para llegar a 11.425 millones de dólares
-La inversión extranjera directa cayó 10.32%, para situarse en apenas 8.692 millones de dólares.
Pero el Presidente Fox firma un acuerdo con EEUU en el que acepta que los emigrantes mexicanos ilegales sean considerados como terroristas, invasores de un país extranjero, y tratados como tal. Y antes de abandonar la presidencia, exime del pago del IVA a las grandes empresas embotelladoras de bebidas y refrescos, como Coca Cola, Pepsi Cola, etc.
La secretaría de Desarrollo Social (equivalente al Ministerio de Asuntos Sociales) gastó en cinco años más de 500 millones de pesos para pagar diagnósticos sobre la pobreza: esos estudios consistían, por ejemplo, en consultas a los empresarios sobre su opinión sobre la labor de la Secretaría de Desarrollo Social e incluso encuestas al personal de la propia Secretaría para “conocer el grado de información que se tiene sobre su misión”
Y enmedio de tales injusticias, con miles de altos cargos oficiales en contubernio con narcos, pederastas, esclavistas, corruptos, y sicarios, surge la melodiosa voz de la dignidad ofendida que reconviene a quienes desconfian de los que contaron los votos y custodiaron las urnas, de los organismos oficiales, como el Instituto Federal de Estadística,(IFE) del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, porque eso no vale, se pisa la raya de lo intolerable en democracia.
Pero, según cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, INEGI, que preside Gilberto Calvillo Vives, el censo correspondiente, la población total en México al final del año 2005, era de 103 millones 263 mil 388 habitantes, de los cuales 65 millones 547 mil 871 ciudadanos tenían más de 18 años.
Según los datos que dio a conocer el Instituto Federal de Estadística, IFE, dirigido por Luis Carlos Ugalde, el padrón electoral para el proceso cívico del 2 de julio del presente año era de 71 millones 350 mil 976 personas las que tenían derecho a votar y credencial de elector para elegir al próximo Presidente de la República, a los 500 diputados y 128 senadores que integrarán la Sexagésima Legislatura Federal.
Siendo los dos organismos oficiales, y por lo tanto totalmente fiables: ¿es mucho preguntar de dónde sacó Luis Carlos Ugalde un padrón de 71. 350.976 potenciales votantes, si sólo había 65.547.871 ciudadanos mayores de 18 años? No por nada, sólo es curiosidad, porque si ha logrado resucitar a 5.803.105 difuntos hay que gritar ¡milagro!.
Hay quien cree que es un asunto entre Felipe Calderón, el ganador, y Andrés Manuel López Obrador, que ha denunciado el fraude, y no acata el veredicto del Tribunal. Y hay muchos energúmenos que dicen que hay que darle una ensalada de tiros para solucionar el problema. No sería el primer candidato de la oposición que asesinan.
Pero lo que aquí está en juego no es el fraude a un candidato, sino la estafa a la buena fe de 41 millones de mexicanos que fueron a votar, creyeron en la democracia. Y muchos de ellos no aceptan el pucherazo.
Y lo más grave de todo, lo más incomprensible es que habiendo tan pocos espacios de la vida pública a salvo de la corrupción, haya almas nobles que crean posible unas elecciones limpias. Y que aún crean que los redomados canallas que mandan pueden respetar la legalidad y la legitimidad del plebiscito popular. Es como para darles el diploma, la banda y la orla a la ingenuidad.
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