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LOS SOCIALISTAS ESPAÑOLES APOYAN A LA DERECHA ECONÓMICA EN MÉXICO

LOS SOCIALISTAS ESPAÑOLES APOYAN A LA DERECHA ECONÓMICA EN MÉXICO

Homologación en los hechos de la derecha económica y la socialdemocracia española
Felipe González, Juan Luis Cebrián, Carlos Slim, Felipe Calderón y familiares, y el grupo Prisa: vanguardia del Progreso Global de la derecha económica realmente existente

Publicado en El Revolucionario . México DF

Tras la caída de la Unión Soviética, la socialdemocracia, una vez cumplido su objetivo: frenar al comunismo y generar una sociedad de consumidores satisfechos, no tiene ya nada que hacer en el terreno ideológico del presente. En otras palabras, la socialdemocracia es, hoy, un cadáver ideológico.
Dentro de la agenda del señor Felipe Calderón en España como abanderado de la derecha reaccionaria mexicana impuesta en el poder, destaca el movimiento de piezas familiares orquestado en orden a favorecer los intereses del grupo Prisa.
En efecto, el señor Jesús de Polanco, dueño del conocido diario El País y cabeza del emporio mediático Grupo Prisa, se incrusta olímpicamente en la estructura del poder político mexicano y hace del señor Juan Ignacio Zavala, cuñado de Felipe Calderón, el segundo hombre fuerte en el grupo editorial Santillana en México.
Acaso sea posible considerar que, con este movimiento de ajedrez, estén dándose los primeros pasos destinados a allanar el terreno para que el grupo Santillana incursione por la puerta grande en el mercado de la edición y venta de libros de texto en México en desmedro de empresas nacionales.
Otro hermano de la esposa de Calderón, Hildebrando Zavala, había sido ya favorecido por el poder familiar al recibir contratos multimillonarios para sus empresas de informática en los tiempos en que Calderón fungió como secretario de Energía en el gobierno del abyecto analfabeta político Vicente Fox (este pobre individuo, posible candidato a dirigir la Internacional Demócrata de Centro, hizo de Mario Vargas Llosa ¡premio Nobel colombiano! en una declaración reciente en Los Ángeles).
Por otro lado, el ideólogo del indefinido Progreso Global, Felipe González, y Juan Luis Cebrián, “cerebros” ambos de la línea ideológica de El País, orquestan una estrategia mediante la que buscan hacerse del control del mismísimo Grupo Prisa. La materia económica provendría de las bolsas del magnate empresarial mexicano, señor Carlos Slim, el tercer hombre más rico de la tierra después de Bill Gates y Warren Buffet.
El País se ha venido abriendo paso en España y el mundo como un periódico decantado hacia la izquierda del espectro político. Aunque, afinando un poco más la mirada, El País nos parece un periódico de inequívoca línea socialdemócrata, es decir, El País es un periódico de socialismo blando e indefinido, de pensamiento Alicia y representante de la modulación de la derecha económica realmente existente que es la socialdemocracia española.
En sus páginas escriben con regularidad, desde México, Héctor Aguilar Camín y Jorge Castañeda. Éste último, excanciller en el gobierno del analfabeto político Vicente Fox, firma hoy sus artículos en el periódico mexicano Reforma considerándose a sí mismo como un ideólogo de la “izquierda moderna”. Aguilar Camín, por su parte, escribe ahora en el diario mexicano Milenio brevísimas, leves y simples ocurrencias y opiniones cuyo contenido no provoca otra cosa que dar la vuelta, sin inmutación alguna, a la página.
Ambos, Aguilar Camín y Castañeda, fueron los primeros en escribir sendos artículos en plena crisis post-electoral mexicana, incluso sin haberse dado el fallo del TRIFE al que se apeló de inmediato por parte de López Obrador impugnando la elección como fraudulenta, declarando como ganador al señor Felipe Calderón.
En definitiva, ambos “opinadores” –los opinadores son los sofistas del presente-, están plegados ideológicamente, también, al simplismo blando, democrático e institucional de la socialdemocracia.

Confirmamos en todo caso una tesis fundamental planteada en otra ocasión por ER México: la democracia política no encuentra su fundamento en la consulta electoral, sino en una serie de compromisos previos y posteriores a ella. La mirada crítica materialista debe estar dirigida a dilucidar el entretejimiento de esa estructura de intereses y compromisos, en orden a ponerle freno a toda obnubilación ideológica de nuestro entendimiento político.

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